Sin rodeos, 2018

Tengo que confesar que las películas españolas, así de principio como que me echan un poco para atrás. Y si el director es Santiago Segura, pues un poco más para atrás aún. Me gustó la sinopsis de esta, así que me puse a verla, pero ya sin esperar gran cosa, porque para más inri, algunos de los actores y actrices que participaban me daban un poco de repelús.

Así que Sin rodeos tenía todas las papeletas para no gustarme. Aún así, intenté dejar mis prejuicios de lado y comencé a verla.

Y me gustó. De hecho, es una de esas películas que sé que volveré a ver dentro de un tiempo. Más que nada porque en determinados momentos de la vida, una se siente un poco como la protagonista, y también porque el final me parece muy sensato, nada peliculero.

Es la segunda película dirigida por Santiago Segura que me gusta... ahí lo dejo.

Ah, bueno, una pincelada de la historia: la protagonista vive agobiada en un mundo en el que ella parece tener que estar para todos, sin reciprocidad. Todo se le amontona hasta que no puede más y tiene un ataque de pánico. Y ahí empieza la historia, más o menos.