miércoles, 5 de febrero de 2020

Repasito de los últimos días

Vamos allá....

El coleccionista de huesos (1999)





Es una película entretenida, pero con algunas americanadas típicas. A veces tenía la impresión de que lo único que se pretendía era mostrar lo guapísima que es Angelina Jolie (que lo es, y mucho, al menos en mi opinión).

El es un hombre que desea morir, ya que sólo puede mover la cabeza y un dedo, pero tiene sus facultades mentales totalmente funcionales. La razón de su deseo de morir no es su estado actual, sino el saber que en cualquier momento puede tener una crisis y quedar en estado vegetativo. Y eso tiene claro que no es lo que quiere.

Ella es una muchacha cuyo padre, policía como ella, se suicidó. Pasan un poco de puntillas por ese tema, simplemente quieren dejar claro que ese hecho marcó toda su vida e hizo que se hiciera también policía.

Hay un asesino en serie que va dejando pistas para que lo atrapen, pero son pistas tan sutiles que al parecer lleva años matando y nadie se ha dado cuenta hasta ahora, por supuesto, cuando esta pareja encuentran como por arte de magia todas las piezas del puzle que les lleva a otro asesinato que intentan frustrar y así sucesivamente hasta el final.

Americanadas: ella se pone en medio de una vía por la que se acerca un tren y el tren va y para (justito justito para no atropellarla, claro está). Entre montones de basura, o de polvo, o de destrozos varios, encuentran un minúsculo trocito de un papel, eso en cada escena del crimen, los colocan y por arte de birlibirloque deducen que entre todos forman un puzle y van y lo montan. En una librería de segunda mano, llena de estanterías abarrotadas de libros, a la muchacha se le cae encima justo el que está buscando (es decir, no sólo va a la librería exacta a la que tiene que ir, entre las docenas que hay en la ciudad, sino que entra y zasca). El hombre que lleva nosecuanto tiempo ahí en la cama, va y se pone un smoking y va en silla de ruedas tan feliz como una perdiz. Adiós al miedo a quedarse como un pepinillo en vinagre por los siglos. Ah, y no puede moverse, pero hace lo que hace al final de la película, que no es ninguna tontería.

Pero vamos, que entretiene, que no es poco.


Historia de una monja (1959)

Audrey Hepburn entregando su vida a dios y aspirando a que la envíen al Congo para curar a los enfermos y mejorar la vida de la gente.




No cuenta cómo sintió la vocación ni nada, la película comienza cuando ella abandona su hogar para irse al convento. Su padre es un eminente médico y ella aspira a aplicar sus conocimientos "científicos" en el Congo, como monja.

Digo yo que para ir al Congo a ayudar a la gente tampoco hace falta meterse monja, pero bueno. Ella acata las normas del convento, comete faltas, como todas y es castigada por ello. Lucha constantemente contra el orgullo, que piensa que es su pecado de cabecera, por así decirlo. Ayuda a las demás en todo lo que puede. Se ve cómo van pasando las distintas etapas desde novicia hasta que es oficialmente monja y la envían a estudiar para tener conocimientos más específicos de lo que se encontrará en el Congo.

Y eso viene siendo todo, ella ayudando, siempre con su hábito, por supuesto, siempre muy limpita aunque haya polvo hasta en las pestañas. Todo bastante monótono y predecible hasta que estalla la Guerra Mundial y los alemanes van tomando país tras país, es entonces cuando ella toma una drástica decisión.


El coleccionista de amantes (1997)

Morgan Freeman en acción, en un papel de policía psicólogo. O viceversa.




¿A quién se le ocurre secuestrar a la sobrina de Morgan Freeman? Pues a alguien que no sabe que la muchacha es sobrina suya, obviamente. O quizás alguien que no vio Seven.

Vale, ahora en serio. Secuestran a la sobrina de un policía/psicólogo/escritor. La muchacha estaba estudiando en la universidad, muy aplicadita y seria y en sus ratos libres tocaba el violín con esmero. Y van y la secuestran. Y resulta que es un asesino en serie que se dedica a secuestrar a muchachas y retenerlas, para hacer que se enamoren de él. El muchacho sólo busca amor, y claro, por esas fechas aún no estaba Sobera con First dates y pasa lo que pasa.

Por supuesto, Morgan consigue en media hora lo que todo el departamento de policía no ha conseguido en meses. Y por supuesto, el asesino secuestra a una cirujana (de esas que cuando algo sale mal en las operaciones se pone en plan muy intensa como si su vida se acabara, ya sabes, todo muy americano), pues la muchacha para soltar presión se dedica al kick boxing (o algo parecido), sudando muy elegantemente, eso sí, para mí que ni huele mal ni nada. Y claro, kickboxea al secuestrador, sale por patas y colabora con Morgan para liberar a sus compañeras de cautiverio.

Y hasta aquí puedo leer sin destriparte nada. Se supone que tiene un giro de guión en el final, pero la verdad es que les ha salido fatal (y lo digo yo, gran amante de los giros inesperados de guión).

Entretenida, para una tarde de domingo.



Adivina quién viene a cenar (1967)

La pareja incombustible: Katharine Hepburn y Spencer Tracy.





Ya sabes que de vez en cuando (vale, con bastante frecuencia), me pongo alguna de mis clásicas. La verdad es que esta no la había visto.

A ver, si yo con 23 añitos llego a casa y les digo a mis padres que me voy a casar en dos semanas con un hombre al que conozco sólo desde hace diez días, les da igual que sea negro, blanco, amarillo o a cuadros, lo que hacen es darme un lógico sermón de título "Estás loca... si no le conoces".

Debo reconocer, desde mi papel de madre, que yo haría lo mismo si mi hijo hiciera algo por el estilo.

Dicho esto, se supone que la película muestra las distintas reacciones de la gente hacia el racismo. Desde los que van de "progres" y dicen que el color de la piel no importa nada (mientras no les afecte a ellos directamente, claro), los que son "progres" de verdad (pero atolondrados porque les da igual que la pareja apenas se conozca), los que piensan que hay una doblez en los motivos del muchacho (sacar algún provecho), los que piensan que las personas de distinto color de piel al propio no tienen capacidad para ser inteligentes e incluso eminencias en su campo laboral, etc

Que esa es otra, parece que el hecho de que el chico sea médico ya es suficiente para que sea aceptado. Vamos, que la chica se enamora de un pintor de brocha gorda o de un cocinero y entonces sí que no hay boda.

Personalmente encuentro muy exagerados a los personajes: los padres gruñones, las madres comprensivas, la chica felizmente alocada (es una cría, independientemente de su edad, insoportable en sus risitas y tonterías), el hombre maduro que ha recuperado la ilusión por la vida (después de haber perdido a su mujer y su hijo años antes), un sacerdote católico con la sonrisa siempre puesta en la cara y dispuesto a mediar....

Y dentro de todas esas exageraciones, dentro de lo sorprendente que me resultó que dieran mucha importancia al hecho de que el novio fuera negro y ninguna a que hacía menos de dos semanas que se conocían... eché de menos el amor. Se supone que fue un flechazo, que están locamente enamorados, se quieren por encima de todo y de todos, pero no hay ni una escena en la que se note ese amor, esa pasión, esa relación. El se pasa todo el rato como cavilando, ella se pasa todo el tiempo riendo y sonriendo y dando saltitos. No encajan y no es por el diferente color de la piel.

Y sin embargo, las otras dos parejas, las de los padres, ahí sí que se ve unión, un cariño, un nexo, un conocerse y estar bien juntos, sin alharacas ni historias, con total simplicidad.

Es de esas películas que oyes hablar tanto, que al final te defraudan porque tenías el listón muy alto, no porque sean malas.







4 comentarios:

  1. En esta ocasión he visto las dos pelis. Entretenidas, sí. La primera con muchos tópicos, pero se deja ver. Y la segunda, no es la mejor de Hepburn, pero también se deja ver.
    Besotes!!!

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    1. Tal como están las cosas actualmente, que sean entretenidas no es poco

      Biquiños!

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    2. Me acabo de dar cuenta de que había dos pelis más. Qué mal veo! También las he visto. En el caso de la última, hace años y me gustó muchísimo. Quizás porque iba sin esas temidas expectativas.
      Besotes!!!

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    3. Creo que lo que sucedió fue que yo estaba publicando mientras tú visitabas la web, por eso no viste la entrada entera :)

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