domingo, 16 de febrero de 2020

Cuando el destino nos alcance, 1974





Soylent green es el título original, nada que ver con el que pusieron en castellano. Y tiene más sentido.

Película de ciencia ficción. En un futuro no demasiado lejano, el planeta está superpoblado, los alimentos tal como los conocemos son una rareza, así como cosas como el papel, jabón o lápices.

El protagonista es Thorn (Charlton Heston), un policía que, como los demás de su gremio, parece tener permiso para adueñarse de todo cuanto le cae en la mano. Le llaman por un asesinato y lo que hace es husmear en casa de la víctima y agenciarse todo lo que puede. Le ayuda en sus labores investigadoras Sol (Edward G. Robinson, el hombre eternamente viejo, yo jamás le vi joven, la verdad).

La acción transcurre en la ciudad de Nueva York, donde la gente malvive hacinada, esperando el día de Soylent, que es el alimento principal de la época. Hay de distintos colores y la novedad es el Soylent verde, hecho con plantas asiáticas (ja!). Pues de eso nada (y ahí va el gran spoiler de la película, así que si no quieres saber nada más, no sigas leyendo).... resulta que el Soylent está hecho de cadáveres humanos reciclados. Y claro, nuestro protagonista es quien lo descubre y lo quiere clamar a los cuatro vientos. La película acaba abruptamente, mientras se lo llevan herido en una especie de camilla cutre, con él gritando la verdad sobre el Soylent.

La historia es un poco deprimente, la verdad y se le notan los años. No me refiero a que no haya efectos especiales (hay muchas películas más antiguas que soportan mejor los años y tampoco los tienen), sino a la ambientación en sí, el tipo de rodaje. Es lo que yo llamo "sensación de teatro", nada realista, que impide (al menos en mi caso), que el espectador se meta en la historia.

Sé que muchas personas la consideran una película de culto y todo eso, pero yo, sinceramente, no la recomiendo.

2 comentarios:

  1. Recuerdo haberla visto hace tiempo, que mi madre es fan de este actor, y no me gustó mucho. Besotes!!!

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  2. A mí es que ese hombre me parece que sólo tiene cara de mala leche y de ahí no lo sacas. Pero bueno, una experiencia más.

    biquiños

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