Es un cuento o relato largo, centrado en un hombre casi anciano que acude a una casa en la que le permiten pasar la noche con una muchacha que está narcotizada.
Puede verla, tocarla, hablarle, dormir a su lado... ella no se entera ni reacciona. Y es una muchacha hermosa.
La atmósfera es opresiva, con la habitación completamente saturada de color rojo, con la puerta disimulada y el hombre dándole vueltas a sus pensamientos, sentimientos y recuerdos, pensando si echar mano de los somníferos que le dieron antes de entrar o no.
No fui capaz de comprender las evocaciones que el cuerpo de la chica despertaban en el hombre. Ni sus referencias a otros hombres, más ancianos que él, que también hacen uso de la casa de las bellas durmientes.
Me pasé cada página con la sensación de querer abrir una ventana y que corriera el aire. No fue agradable. Pero supongo que es parte de la maestría del autor ser capaz de despertar sentimientos/sensaciones tan intensos en el lector. Así que por ese lado, ha triunfado :)
He oído hablar de esta novela, pero no sabía bien de qué iba. Y ahora que lo sé, no creo que me anime.
ResponderEliminarBesotes!!!
No creo que pueda considerarse novela, por la longitud más que nada. Es muy extraña, supongo que debido a las diferencias culturales se me hizo muy cuesta arriba.
ResponderEliminarBiquiños!