jueves, 21 de febrero de 2019
Un millón de gotas, Víctor del Arbol
Esta es una de esas entradas en las que me alegro que sólo me leáis dos o tres personas, porque lo que voy a escribir va contra lo que veo que es la opinión general.
Empecé a leer la novela en los minutos "muertos" que paso esperando la salida de mi nano del instituto. Y la verdad es que había días en los que me fastidiaba tener que dejar la lectura y seguir con mi rutina diaria, porque el inicio de la historia me mantenía en vilo. Los personajes se presentan como simples esbozos que hacen que se tenga ganas de conocerlos más a fondo, de saber qué hacen y cómo han llegado al punto en el que se encuentran.
Lamentablemente para mí ese encanto desapareció conforme la trama se enrevesaba. Los rusos, la revolución, la política... He de confesar que, fuera de la novela histórica o la historia novelada, leo simple y llanamente por placer, por evasión, por divertimento. Y eso me aleja del tipo de historia que refleja la novela.
No digo que me parezca mala o mal escrita. Si fuera así, no me habría cautivado en las primeras páginas. Es, simplemente, que no trata el tipo de historias que me gustan y que disfruto.
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Con este autor divertirte precisamente no... Me gustan mucho sus novelas, pero hay que cogerlas en un buen momento.
ResponderEliminarBesotes!!!
Es que es una historia durísima. De disfrutar nada; se sufre y mucho.
ResponderEliminarA mí me encantó por eso precisamente. Pero entiendo tu opinión también, claro está.
Tenéis razón en lo que decís, cada cosa tiene su momento y hay veces en las que leer determinados contenidos no es lo mejor. Pero bueno, siempre digo que cuando lees y sientes algo, aunque sea algo desagradable o triste, es que está bien escrito.
ResponderEliminarBiquiños a ambas!