domingo, 29 de marzo de 2020

El envío, Sebastian Fitzek (11)

Ante todo, decirte que para mí aún son las dos de la madrugada, aunque con el cambio horario en la esquina inferior derecha de la pantalla aparezca marcada una hora más.

Fitzek. No recordaba haber leído nada suyo y sin embargo, sabía que me gustaba su forma de escribir, sus novelas, lo cual hacía evidente que sí había leído algo de su obra. Así que me puse a buscar títulos del autor.

Y como anoche me leí El secreto del orfebre, pensé que tal vez estaría bien retomar mi antigua costumbre de leer un poco antes de acostarme. Así que fui a una de las listas de "pendientes" y elegí casi al azar, y salió este.

Para mi sorpresa, lo que iba a ser leer un tercio de la novela o así ,se convirtió en "bueno, un par de páginas más", que después evolucionó a "vaya, para lo que me queda, me lo acabo". Y así fue. Me lo leí del tirón.

¿Significa esto que es una de esas historias que te agarran y casi te obligan a seguir leyendo para saber más? Pues no. La verdad es que, aunque sigo convencidísima de que es un autor que me gusta, esta novela precisamente no me entusiasmó.

Demasiadas cosas. Una niña que, tras ser sometida a terapia se convierte a su vez en terapeuta y que sufre un tremendo trauma, pero que nadie cree que lo ha sufrido. El lector sí, claro. Pero después empiezan a pasarle cosas tan extrañas, que una piensa que es imposible, empieza a dudar de lo que la protagonista cuenta, vive o cree que vive.

Y aunque me encantan los giros en las tramas, me gustan de verdad, en serio, en esta ocasión lo que tuve fue un empacho. Contínuamente pasan cosas que te hacen cambiar la perspectiva del relato y la percepción de la protagonista. Una y otra vez pasan cosas demasiado extremas, raras, sin sentido.

Es como una de esas muñecas rusas que están unas dentro de otras, pero en lugar de muñecas, pon que son enfermedades mentales, enfermos y desvaríos. A mí se me ha hecho pesada, la verdad.

Así y todo, seré reincidente con el autor, porque si lo he almacenado en mi memoria como alguien a quien leer, es por algo.


Edito la entrada para aclarar algo: ya recuerdo qué otra cosa leí suya, El sonámbulo. Lo curioso es que tampoco me apasionó esa lectura, y sin embargo "siento", noto, percibo o yo qué sé, que tengo que seguir leyendo cosas del autor.... 

2 comentarios:

  1. PUes yo no he leído aún nada del autor. Y me queda todavía, que no tengo ningún libro suyo en la estantería. Y este año me he hecho el firme propósito de acumular lo menos posible para ir leyendo todo lo que ya tengo.
    Besotes!!!

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  2. Oh, ese propósito me lo hago yo, no cada año sino casi cada mes, pero acabo cayendo "sólo este" se transforma en media docena de títulos más... Ojalá tengas más fuerza de voluntad que yo.

    biquiños!

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